Capitulo 67. Boda I

Irene.

Llego el día, 18 de Julio. Hoy en 7 horas me casaría…

Tenía millones de sentimientos, quería llorar, quería reír, quería sonreír, quería gritar, pero estaban todos durmiendo. Llevaba sin ver a Alexis 2 días. Puta mierda.

De pronto se abrió la puerta de mi habitación.

Mónica: Cielo, vamos a desayunar que están aquí todas…

Irene: ¿Todas?

Mónica: Tamara, Marjorie, yo y Martina, aparte de tus amigas.

Irene: Vale, bajo en nada.

Cerró la puerta y yo me levante, y respire profundo.

Cuando llegué estaban todas alrededor de la mesa, sonrientes y felices.

Fui saludando a una por una.

Nuria: Hoy por fin.

Miriam: Tienes a muchísimas chicas abajo ¿Sabes?

Irene: Que el famoso es él no yo. –Reí con resignación.

Bibiana: Da igual, a disfrutar del momento, que esto sólo se vive una vez.

Tamara: ¿Cuándo vais a saber que es?

Irene: Conforme que volvamos de la luna de miel, tengo cita con el ginecólogo, y ya nos lo dice.

Martina: Que ganas de ver a mi niño.

Irene: Pues anda que yo, dos días.

Marjorie: Ah, me ha dado un mensaje para ti.

Irene: ¿Si? –Dije ilusionada.

Marjorie: Dice que te quiere mucho, y que te echa de menos.

Irene: Joder, quiero verlo.

Rocío: En unas horitas…

Irene: Ya, pero es que ¡QUIERO VERLO!

Tamara: Se nota que le quieres…

Irene: Mucho, más que a mi vida. Oj que pastelosa estoy.

Mónica: Los nervios cariño, los nervios…

Estuvimos desayunando durante un par de horas, la verdad es que por un momento deje de un lado esos nervios. Marjorie me ayudo mucho a dejar la mente en blanco.

Alexis se había quedado a dormir en el piso, mientras que yo me quede en la nueva casa.

Desde temprano ya había alguna que otra chica en la puerta, la verdad es que no entiendo del porque están ahí pero el mundo es muy difícil de comprender.

A las doce, me tuve que duchar ya que en 20 minutos llegaba el peluquero.

Ayude a mi madre a vestirse, y a casi todas, mi vestido estaba colgado en la ventana. Lo miraba, con ojos de melancolía, tantos sufrimientos tocaron fin.

Cuando me quise dar cuenta, habían pasado ya 20 minutos, me quede embobada viendo el vestido y pensando.

El chico que llegó, era el peluquero así que estuve al lado de ellos para darle lo que necesitase al hacerle los peinados a Mónica, Marjorie, Martina y Tamara. La ultima era yo.

Ya eran las una, y me tocaba a mí. Dos horas, 120 minutos para casarme. El reloj de mi cabeza estaba “Tic, tac, tic, tac” estaban todos a mi alrededor diciéndome que tenía que hacer, pero yo sólo escuchaba el “Tic,tac, tic,tac” estaba tranquila, no quería que ningún comentario de ellas llegará a cambiarme de idea o quizás otra cosa.

Últimamente al haberme descuidado un poco el pelo, me había crecido bastante, en casi 3 meses no me hice nada de plancha ni cosas por el estilo. Estaba el pelo sano, y ahora se notaba más.

El chico dejaba caer rizos perfectos por mi hombro, ya les advertí que no quería nada extravagante, así que elegimos un peinado sencillo, las puntas rizadas al igual que el flequillo para el lado con rizo en el final del mechón.

Me comentaron que podía ponerme un tinte para tener el pelo más claro, pero es que se veía que no se habían enterado de que no quiero tener otro look, quiero ser yo misma.

Sonreí cuando escuche que se había acabado la laca, lógico y normal, después de 4 peinados, lo raro era que no se le hubiera acabado antes.

Media hora después terminaron de peinarme, el peinado quedaba muy bonito, y sencillo.

Nada más descansar un poco llego la maquilladora. Dios, que estrés. Me asome un rato por la ventana, había ya muchas chicas y pancartas con el nombre de Alexis.

Creo que estás chicas no saben que él no está aquí porque si no, no lo entiendo.

Ví como llegaron algunas de las chicas estas estaban ya vestidas, por cierto preciosos los vestidos.

No tardaron nada en venir a buscarme, vi aparecer a Bibiana.

Estaba realmente guapísima, el estar con Zayn le había echo cambiar de pies a  cabeza.

Llevaba esto:

Por otro lado apareció Rocío, con su sonrisa habitual y ahora más, estaba feliz. Muy feliz.

El vestido era chulísimo, sabían vestir.

Llevaba esto:

Pero entro Marjorie por la puerta.

Marjorie llevaba esto: 

Y Tamara este:

Martina se decanto por un precioso vestido: 

Y mi madre por este otro:

Marjorie: Irene, vamos que tienes que maquillarte, te queda un poco más de una hora.

Irene: Ahora hablamos chicas. –Me acerque a ellas y le di un par de besos.

Me fui para mi habitación allí estaba todo hoy.

El tiempo pasaba rapidísimo apenas en 15 minutos estaba maquillada, y eran ya las dos y diez. Me quedaban 50 minutos de soltera.

Aunque la verdad es que estaba deseando de verle para decirle te quiero.

Irene: Pues nada.

Martina: A vestirse cielo…

Todos salieron de la habitación, al menos las que no pintaban allí nada.

Martina: Algo azul, algo nuevo y viejo.

Irene: SI.

Bibiana: Tía, ¿y esa ropa interior? Que sexy.

Irene: Me la ha comprado Marjorie y Tamara.

Rocío: Esta noche te la quita grr...

Irene se echo a reír.

Bibiana: Si si ríete, verás luego…

Me fui al servicio donde puse la ropa interior, la verdad es que era muy provocativa.

Salí para fuera donde me pusieron el ligero y lo demás.

Y después de espolvorizarme perfume por todo el cuerpo, fueron a por el ansiado vestido.

Entro como un guante, perfecto. Este era el vestido: 

Regresaron de nuevo la maquilladora y el peluquero para retocarme, y cuando me di cuenta. Era la hora, llego el momento.

 Baje las escaleras tranquila sin prisa, fotos y más fotos.

Cuando mire para la calle, veía a muchas chicas gritando, así que salude y sonreí y me metí en el coche, el cual me llevaría para la iglesia.

 Cuando llegué a la iglesia y me asome para ver cuanta gente había me maree un poco.  300 personas, no es para menos.

Mi padre me agarro del brazo y salimos hacía fuera.

La música sonaba, todo el mundo me miraba yo sonreía y le dirigía la mirada Alexis, mi querido Alexis. Por fin, es la hora.

Él estaba precioso, su sonrisa su pelo, y esa mirada…

Continuará.