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jueves, 6 de diciembre de 2012

Capitulo final.


{15 años después, Barcelona}
[Erik]
Alexis: Bueno, esa es la dirección yo voy para el hotel, te espero en una hora.
Erik: Bueno, está bien.
Cerré la puerta del coche, mi padre estaba volviendo a Barcelona después de 15 años.
Fui en un taxi, había estado desde pequeño en Inglaterra con mi padre, pero cuando se retiro en el Liverpool, nos fuimos para Chile, con mi abuela.
Andrea ha estado con nosotros todo el rato, incluso su hija la que he cuidado tanto y me ha dado tanta pena dejarla allí me recordaba a Barcelona todo el tiempo.
El hombre me dejo en frente del bloque de pisos, aquel del que tantas cosas me había contado mi padre.
Como conoció a mi madre, y todo.
Yo no supe de su muerte hasta que cumplí los 15 años, ya que descubrí unas libretas escritas por mi madre, y en ellas no decía nada de su viaje.
Vivir sin madre es duro, pero vivir engañado toda tu vida es peor.
Miré hacía arriba, y localice el piso con la mirada.
Entre en éste, y subí por el ascensor, ese ascensor, era importante para mí, y eso que no he vivido esos momentos.
Mi padre me contaba tan detalladamente como conoció a mi madre que me lo imagine.
Varias noches estuve dándole vueltas a todo.
Tengo 20 años, y bueno, soy feliz, pero me falta algo en la vida, y quizás con este viaje encuentre eso, lo que me falta.
Llegue al último piso, y abrí la casa de mis padres, un olor a antiguo me azoto la cara.
Pero pude rememorar todo ahí.
Mis lágrimas se escaparon sin previo aviso, sus primeras noches juntos, su primera cena.
Todo estaba ahí y parece que podía sentirlo.
Después de secarme mis lagrimas y cerrar ese capitulo de la vida de mis padres me marché para fuera.
No quise montarme más en el ascensor así que baje por las escaleras.
La verdad es que no quería irme de allí, todavía no.
A lo mejor aun podía quedarme allí a vivir, quien sabe, unos nuevos aires me vendrían bien.
Aunque no quiero dejar solo a mi padre, pero bueno tiene que saber que tengo ya unos añitos.
Y por fin llegué al final de aquella escalera, me fui para la puerta, y la abrí.
Pero no se abrió del todo, me extrañe, y sentí algo, la intente de nuevo abrir.
Y vi a una chica en la puerta.
X: Haber si vemos por donde vamos, que me has dado con la puerta.
La chica me miró a lo ojos, tapándose la nariz.
De la cual empezó a salir algo de sangre.
Yo me quede aturdido, no puede ser.
X: ¡Hey! Estas en Babia, dame un pañuelo que me mancho la ropa.
Erik: Eh sí, toma –Saque un paquete de mi bolsillo y se lo di.
X: ¿Tu quien eres?
Erik: ¿Yo?
X: No, el paquete de pañuelos no te jode.
Le miré a los ojos, me quede impactado.
Erik: Soy… soy .. el nuevo vecino.
X: ¿Sí? ¡A que piso?
Erik: Al último.
X: Ah guay.
Erik: Me llamo Erik encantado.
X: Bueno, encantado, pero mi nariz no lo está, me llamo Sofía.
Erik: Oye, una cosa, ¿Cuántos años tienes?
Sofía: ¿Para que quieres saberlo?
Erik: Es que no se, me da la impresión de que tienes 18 o así.
Sofía: Ojalá, tengo 15. 
Ahora si que se me cayo todo.
Sofía: Bueno rarito, me piro, ya nos veremos.
Yo ni me inmute.
La chica se entró, y yo me quede ahí helado.
Cuando me despeje, paré un taxi y le dije que me llevará al cementerio de Barcelona.
Busque entre las miles y miles de lapidas.
Y después de mucho buscar la encontré, me senté en frente.
Erik: Yo no suelo creer en el destino mamá, pero lo que me ha pasado hoy no tiene otra explicación. ¿De verdad esa chica está para mi? La forma de conocerla, y todo, la edad, encaja y concuerda.
¿Eres tú? No bueno tu no, pero mamá, ¿Qué pasa? Me ha sido difícil superar no tenerte, te he echado muchísimo de menos, he soñado miles de veces contigo y con volverte a ver.
No sé que hacer ya, me voy a venir a vivir a Barcelona, al piso de Papá, donde tantos momentos juntos habéis tenido.
Espero que esa chica de 15 años no sea como tu, porque ya me dijo papa como eras, una cabezona en toda regla.
Bueno no sé que decirte más solo una cosa más, que sepas que te quiero por encima de todo, que me da orgullo saber todo lo que hiciste por mi antes de morirte, por cierto Zayn ha sido una gran apoyo para mí, muchos días le veía llorar y no sabía a que se debía y ahora lo entiendo todo, están ahora todos felices, como tu quisiste, y espero que desde donde estes, tu felicidad sea inmensa, aquí estoy 15 años después, te quiero mamá.
 FIN

Gracias a todos por vuestro apoyo y por las opiniones hacía esta novela.

Capitulo 76.


-Irene-
Sentí como la puerta de la habitación se abrió de nuevo, y por ella apareció Andrea, con una media sonrisa forzada.
Pasó para el interior de la habitación un poco dubitativa, y con mi mano le señale la cama para que se sentase a mi lado.
Andrea: Yo no sé que decirte Irene, no lo se.
Irene: No tienes que decirme nada, porque no puedo con más dolor.
Andrea: Me duele perderte, pero más me duele que Erik pierda a su madre.
Irene: No, exactamente.
Andrea: ¿Cómo que no…?
Irene: Te quería pedir un inmenso favor. –Dije casi suplicando.
Andrea: Dime.
Irene: Alexis es una persona que viviendo sola se come mucho la cabeza, entonces sé que tu estos años has estado siempre con nosotros, y sé que si le das cariño, podría llegar a quererte, y así poder olvidarse de mí y volver a ser ese chico con sonrisa imborrable.
Andrea: ¿Qué dices Irene?
Irene: Andrea te lo pido por favor, que a mi me da igual morirme, pero no quiero que le pase nada a ellos, que son mi vida Andrea, por favor. –Mis lágrimas salían de mis ojos, ardían.
Andrea: Irene, él nunca se fijará en mí, y menos olvidarte, es imposible.
Irene: Inténtalo, con el tiempo aprenderá a vivir sin mí.
Andrea: Esto es surrealista.
Irene: Lo sé, todo me pasa a mí, pero hazme feliz mis últimas horas.
Andrea: Irene, no se si podré.
Irene: Si lo harás y también serás muy feliz a su lado cariño.
Me levante y le abrace, le di muchos besos.
No la quería soltar, era duro irse de este mundo dejándose todo aun por hacer y teniendo a tu familia ya, pero más duro era saber que le iba a arruinar la vida a las personas que hacían que mi vida tuviera sentido.
Andrea: Irene, ¿Sabes si te queda mucho?
Irene: Creo que, poco, un día como mucho, siento que me arde todo.
Andrea: Yo te prometo que no los dejaré nunca solos, pero prométeme tu, que serás feliz el día que te queda.
Irene: Lo estaré, sonreiré por todo lo bien que me lo ha pasado toda mi vida.
Andrea: Te quiero Irene, no lo olvides.
Sus lágrimas salían, caían en mi cuello, mi corazón se rompía de dolor y quería morirme ya, librarme de este sufrimiento.
Vivir así tenía que estar prohibido.
Andrea: Decirte que me alegro muchísimo de haberte conocido, de saber que las personas buenas existen y que sepas que tienes una familia que cualquiera quisiera tener y que haré todo lo posible para que tus dos hombrecitos sean lo más felices posible, ¿Vale?
Irene: Siempre estaré a vuestro lado.
Andrea: Espero que sea verdad.
De nuevo me fundí en un abrazo con ella.
También me lo guarde en el fondo de mi débil corazón.
Sonreí porque sé que me querían, y lloré porque sabía que llorarían por mi ausencia.
Andrea: Irene, lo siento me tengo que ir, porque Erik esta en la guardería, yo eso,  que ojala se te pase todo en nada y no sufras no te lo mereces. Te quiero mucho, y espero que nos protejas desde donde estés.

Ví como salió de la habitación y entro Alexis.

-Alexis-
Escuché todo lo que Irene le dijo a Andrea, ¿Cómo puede hacer eso? ¿Tanto me quiere?
Es capaz de hacer que le odie para que sea feliz, no puede ser cierto.
La verdad era que si ella quería eso, yo haría todo lo posible por complacerla era lo único que podía hacer.
Me senté a su lado, sabía que se iba acercando el día en el que se me iría gran parte de mi vida.
Así que me senté a su lado, la abrace y la bese como nunca antes lo había hecho, mi vida s basaba en ella, me arrepiento muchísimo de haber hecho tantas estupideces pero si aun así ella ha estado junto a mí era porque estábamos destinados a conocernos.
Irene: Alexis, que yo no sé que hacer ni que decirte, que eres mi vida, toda entera, mi razón de ser, mi sonrisa lo eres todo, por favor prométeme que serás feliz cuando yo falte.
Alexis: ¿Sabes lo que es perderte? Irene, gracias por todos estos años, por todas las sonrisas, por todo, gracias por hacerme feliz, gracias por cambiarme y por darme lo único que me faltaba.
Irene: Esto días me han hecho recordar todo lo que he vivido contigo, todo, desde que me curaste hasta que ahora lloras por mi, no por vivir menos te voy a querer menos, no, mira que si mi corazón  sigue latiendo es porque sabe que no quiere perderte, se niega a que todo se acabe así, no quería un cuento de hadas, pero tampoco quería un drama.
Alexis: No me digas eso –Dijo llorando.
Irene: Espero haber cumplido mi deuda, 1000 besos, nadie me puede hacer olvidarte, y menos dejar de pensar en ti, quiero que Erik sea feliz al igual que tu, no te merece una vida triste por mi, porque entonces no cumplirás mi ultima promesa.
Alexis: No me dejes Irene, no sirvo para vivir sin ti, por favor, que eres todo lo que tengo, tus suspiros es la melodía de mi vida, no me hagas esto, no hagas que viva sin ti.
Irene: Me muero, no puedo hacer nada, y tu tampoco hay que aceptarlo.
Alexis ¡NO! –Dijo gritando y pegando puñetazos a la pared.
Irene: Abrázame por favor, hazlo.
Me apretó contra él, me estaba debilitando, mis ojos se cerraban sin que yo quisiera.
Irene: Aunque me muera mi corazón te seguirá amando, como en la película del titanic.
Alexis: Desde el primer momento en el que te vi sabia que serías mía, sabia que serias mi mujer, sabia que serias la madre de mis hijos, pero no sabía que te perdería tan pronto.
Irene: Sonríe por todo, y llora por las sonrisas perdidas.
Le agarré suavemente de la cara, puse mis labios en los suyos.
Y de nuevo necesitaba sentir sus labios, le necesitaba.
Irene: ¿Me puedes traer un batido de chocolate? Es que dicen que eso no se lo suelen dar a los pacientes.
Alexis: Si ya voy.
Irene: Espera, el abrazo.
Se acercó a mi, y me abrazo, más que a mi, abrazó a mi corazón. Lo sentí como nunca.
Alexis: Ahora vengo, te quiero.
Irene: Y yo a ti te amo por y para siempre.
Se marchó de la  habitación.
Empecé a sentirme mal, mi corazón latía despacio, mi respiración era agitada, no podía respirar.
La maquina que controlaba mis latidos, empezó a pitar cada vez más rápido, mi ganas de vivir iban desapareciendo, y al final después de todos estos años, por primera vez sabía lo que era desaparecer de la vida de todos, mi corazón, ese que tanto ha sentido, se estaba parando y junto a él, todas mis funciones vitales fueron apagándose, descansando por fin de tanto sufrimiento, y a la vez tantos recuerdos, adiós a todos, mi vida ha tenido sentido gracias a vosotros.

-Alexis-
La puta maquina se  tragaba el dinero, bueno en fin, tampoco por un euro.
Me fui para la habitación de Irene, vi a una enfermera entrar en ella.
Y me alteré mis pulsaciones iban a velocidades inhumanas.
Entre en la habitación y la vi en la cama sin vida, mi corazón se salió de mi boca
Y sentí que mis piernas se estaban debilitando solté el batido y entre corriendo hacia donde ella, mis lagrimas salían sin control, estaba destrozado,  creía que no iba a pasar tenia  esperanza en que sobreviviría, pero no, al final ocurrió lo que tenia que ocurrir.
Alexis: ¡IRENE! Escúchame despierta
Dije mientras le agarraba del cuello.
Sus ojos marrones había desaparecido, estaba un poco fría, más bien templada, estaba completamente floja, le abrace por ultima vez, lloré como nunca lo había hecho, quería morirme, quería gritar quería pegarle a todos, no podía ser cierto.
Alexis: ¡IRENE! –Dije berreando.
Alexis: No me dejes sin ti.
Un chico me agarro suavemente y me abrazó, Zayn estaba llorando, sus ojos marrones estaban apagados, se nos había ido algo que jamás creímos saber si podríamos vivir sin ella.
Zayn: Alexis, vamos a fuera…
Alexis: ¡NO!
Zayn: Ella te ha dicho seguro que no te quería ver así.
Me giré para ver a Zayn, estaba llorando desconsolado.
Alexis: Zayn, se me ha ido para siempre… -Dije llorando
Zayn: Lo se, y a mi, Alexis, y a mi.
Definitivamente, sabía que mi amor hacía ella sería infinitamente eterno.

{Irene: ¿Que te pasa?
Alexis: Nada pensando que haria si me muriera...
Irene: Yo..., la verdad es que intentaria salvarte.
Alexis: Estare muerto.
Irene: Pues contigo hasta el mas allá. Y a mi la muerte no me va a separar de ti, que lo sepas, siempre a tu lado estaré. Recuerda siempre eso.
Alexis: Lo recordare. }

Capitulo 75.


-Irene-

Llevaba ya un par de horas despierta, esperando a que Erik viniera, hoy estaba mal, así que sabía de sobra que mis días estaban contados, y no me iría tranquila si no me despedía de él.
De nuevo de mis ojos caían lagrimas de tristeza.
Se me va la vida en un suspiro, se me va.
De pronto escuche las risas de mi hijo, y me sequé las lagrimas rápidamente y sonreí lo mejor que pude.
Se abrió la puerta y apareció junto a Alexis.
Mi vida resumida en dos nombres.
Erik: ¡MAMA!
Sonreí de nuevo, y le agarré para subirlo a la cama.
Irene: Hola amor, ¿Qué tal estás?
Erik: Bien mamá, pero te echo de menos en casa.
Irene: De eso te quería hablar cariño.
Erik: Dime. –Dijo mostrando su mejor sonrisa.
Irene: Cariño, me voy de casa.
Erik: ¿Dónde nos vamos? –Dijo sorprendido.
Irene: No, no, me voy yo, tú te quedas con Andrea y papá.
Erik: ¿Y porque te vas?
Alexis se giró, sabía porque era y me estaba dando ganas de hacer algo, de venderle mi alma al diablo si hace falta.
Erik: ¿Mamá?
Irene: Cariño, tengo un trabajo mejor que aquí, y me voy a ir.
Erik: ¿Volverás?
Irene: Siempre estaré a tu lado cariño. –Dije abrazándolo.
Erik: ¿Pero vas a venir, para mi cumple o para el de Papa?
Irene: Cielo, no lo se, a lo mejor si, todo depende de mis días libres.
Vi como se abrió la puerta del servicio y de ella salió Alexis.
Erik: ¿Cuándo te vas?
Irene: No lo se, puede que hoy, mañana, a saber.
Erik: Bueno toma, te doy esta pulsera para que te acuerdes siempre de mí, ¿Vale?
Irene: Nunca me voy a olvidar de ti, ¿lo sabes, no?
Erik: Lo se mama, te quier mucho.
Se hundio en mi, y yo le rodee con mis brazos, mientras que de mis ojos salían millones de lagrimas.
Alexis se acerco y se unió al abrazo.
Alexis: Dile a mamá que es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Erik: ¡Eso lo sabe ella!
Irene: Pues sí, Alexis lo sé.
Erik: No me voy a olvidar de ti, espero que tu de mi tampoco mamá.
Irene: Nunca cariño, nunca.
De nuevo le pegué hacía mi, y le bese en la nuca.
Respiré su olor, y me lo guarde en el fondo de mi corazón.
Alexis: Erik, cariño, vamonos para casa, que tienes que dormir.
Erik: Vale, bueno mamá, espero verte pronto, ¡TE QUIERO! –Dijo sonriendo y despidiéndose con sus manitas.
Irene: Erik…
Erik: Dime –Dijo expectante.
Irene: Cuida de papa, y no te cargues jarrones, hazlo por mi.
Erik: Vale mamá.
Me agarró de la mano, me costó la misma vida dejarlo ir.
Sabía que sería la última vez que le vería, que le sentiría a mi lado.
Ahora sí que me estaba muriendo de verdad, no sabéis lo que es esto.
Hundí mi cabeza en la almohada y respiré.
Pero de pronto se abrió la puerta de nuevo, era Alexis.
Se sentó en la cama a mi lado y me agarró fuerte de la mano.
Alexis: ¿Por qué nos tiene que pasar esto a nosotros? ¿Por qué? –Dijo casi gritando.
Irene: Oye que me voy yo no él, no seas tonto y sonríe.
Alexis: Irene, no me vengas con esas, sabes de sobra que eres mi vida.
Irene: Y tu la mía, pero las cosas pasan por algo.
Alexis: ¡NO ES JUSTO! Hemos pasado por tanto, yo quería una vida normal casado hijos, eso.
Irene: Y yo, pero ¿Sabes que?
Alexis: ¿Qué?
Irene: Quiero que seas feliz, y le des la mejor educación a Erik.
Alexis: No Irene, no te vayas todavía.
Irene: Tranquilo todavía no.
Alexis: No puede ser, no me lo creo.
Irene: Decían que el amor a primera vista no existía.-Solté una sonora carcajada.
Alexis: Te amo Irene, no cambiaría ni un momento contigo por nada.
Irene: Ni yo Alexis, ni yo.
Mis ojos se cerraron lentamente, su mano apretaba la mía.
Y sentía como me llamaba pero yo sólo podía ver cada momento que pase con él.
Como mi vida cambio por un viaje en ascensor.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Capitulo 74



[Irene]
Después de aquel gran fin de semana, ingrese en el hospital, le dije a Erik que tenía unos mareos, no quería preocuparle.
No puedo quejarme de vida, para nada, tengo que dar gracias por tantas cosas buenas que me han pasado. Asi que ahora quiero hacer feliz a mi marido, si eso mi marido, ya no es novio, es marido. Ahora es cuando uno se da cuenta de lo que significa eso.
Lleva Erik aquí tumbado en la camilla conmigo desde que llegué, Alexis estaba sentado en el sofá con los ojos rojos, odio que este asi.
Me da pena verle así, es mi vida y si el falta, yo no puedo seguir hacía delante.
Erik: Mamá tengo hambre…
Me levante de la cama, pero una enfermera me vio y me llamo la atención.
Irene: Voy a ir por algo para mi niño…
Enfermera: Ven, que te compro yo algo.
La chica se lo llevo, y yo miré a Alexis.
Alexis: Aun sigo esperando a alguien que me diga, “Te lo has creído inocente, era una broma”, pero conforme que van pasando las horas mis ilusiones se van desvaneciendo.
Irene: No pienses en eso, venga.
Alexis: ¿Cómo que no? Irene, que te vas a morir, no me jodas.
Irene: Lo se, pero a mi me haces daño, viéndote así.
Alexis: Y a mi viendo a ti.
Irene: Mi madre casi le da algo cuando se lo he dicho.
Alexis: No es para menos.
Irene: Lo siento, pero no puedo tomármelo de otra manera.
Alexis: No así Irene…
Irene: Sí Alexis, tienes que ponerte en mi lugar, me voy a morir, tanto si quieres como si no, como si te gastas dinero como si no, eso tenlo claro.
Vi como empezó a respirar fuerte, su mirada se perdió y cayo al suelo.
Yo empecé a gritar desconsolada.
Me tiré al suelo junto a él.
Irene: ¡Cariño! –Le gritaba
Le daba guantadas, pero nada, no respondía un médico entro, y le metieron una pastilla.
Yo empecé a llorar desconsolada, no podía verle así, no a él.
Lo tumbaron en la cama de mi habitación y salieron las enfermeras.
El médico me miró.
Doctor: Irene, escúchame, sé que tu enfermedad no tiene cura, pero no te lo tomes así.
Irene: ¿Así como?
Doctor: Alexis ha tenido un ataque de nervios, al menos para cuando estés con el no seas así.
Irene: Está bien, pero no entiendo.
Doctor: No es fácil ver como se desvanece lo mejor de tu vida, créeme.
Irene: Vale, intentaré suavizarlo un poco…
Doctor: Nunca he visto a nadie como tu, tan tranquilo sabiendo lo que espera.
Irene: Ni yo misma se como estoy aquí.
Doctor: Bueno me tengo que ir, pero recuerde eso, tranquilidad.
Irene: ¿Puedo hablar con él?
Doctor: Sí.
Irene: Gracias por todo en serio.
Me aleje de la puerta y me acerqué a él.
Estaba con los ojos cerrados.
Irene: Cariño, ¿Estas despierto?
Eso hizo que sus preciosos ojos marrones se abrieran, y yo me perdiera una vez más en ellos.
Le acaricie el pelo, con suavidad.
Alexis: ¿Qué me ha pasado?
Irene: Un ataque de nervios, tranquilo estas bien.
Alexis: No sé que me pasa.
Irene: Que estas superando tus fuerzas, simplemente es eso.
Alexis: Pues si, no se como estoy de pie.
Irene: Por nosotros, por Erik, por todos.
Alexis: Sí, lo se, pero tu te has rendido muy pronto.
Irene: Esto por desgracia es imposible ganar, al menos así.
Alexis: Dime que me quieres por favor, quiero oírte.
Irene: Te quiero, y mucho.
Alexis: Otra vez, una más.
Irene: Te quiero.
Apoye mi cara en su pecho y cerré los ojos con dolor, no es justo, no lo es.
Irene: ¿Te he dicho alguna vez que eres lo más bonito de todo el mundo?
Alexis: Sí, pero jamás me lo creí.
Irene: Ya es hora.
Alexis: Lo que es tarde.
Irene: No digas eso.
Alexis: Cualquier día no abrirás más los ojos, y seré yo el que no los pueda cerrar sin poder pensar en ti, ¿Entiendes?
Irene: No importa, venga, descansa, voy a por Erik, y llamo a Andrea para que se lo lleve.
Deje a Alexis dormir en la cama, y me fui en busca de Erik, estaba feliz hablando con la enfermera, que risas se traían.
Llamé a Andrea para que viniera a recoger al pequeño y llevárselo a casa a comer.
Cuando le contamos a Andrea la noticia se quedó en estado de schok se creía que era de broma todo aquello, pero por desgracia no lo era, y cada día podría ser el último para mi,