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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Capitulo 73.


Estaba esperando al médico, hoy me daban los resultados de las pruebas que me hice el otro día, lo cierto es que me empezó a doler muchísimo la zona de la pelvis desde hacía ya un año o así, pero con unos antibióticos se me pasaban, no le di más vueltas, pero desde hace meses sangraba, y no era por la regla.
Y ya hace unas semanas decidí volver al medico, a que me hiciera algunas pruebas.
De pronto apareció el médico con rostro serio, muy serio.
Carlos: Irene, ¿Desde cuando no te haces pruebas?
Irene: Pues 3 o 4 años.
Carlos: Siento decirte que tienes un cáncer vaginal…
Abrí los ojos como platos, mi corazón se iba a salir.
Carlos: Lo tienes muy extendido, así que siento decirte, que tendremos que hacerte más pruebas para ver si, ha sucedido la metástasis.
Irene: Pero…
Carlos: Si hubieras venido hace tiempo, esto se hubiera podido contrarrestar.
Irene: ¿Me estás diciendo que…?
Carlos: Probablemente no tenga solución…
Irene: Me voy a morir…
Mis lágrimas salieron descontroladas.
Carlos: Yo, no sé que decirte, en estos momentos lo mejor será que te ingresemos y empezos a hacerte todas las pruebas para saber si esto tiene solución.
Irene: No, yo me voy a mi casa, con mi familia, si me voy a morir, quiero que al menos mi hijo haya estado todo el tiempo posible con su madre.
Carlos: Pero Irene, créeme que no es lo mejor.
Irene: Gracias por todo, ya le llamaré.
Me limpie las lagrimas y me fui para casa, tenía que decírselo a Alexis.
Allí sólo estaba él, era pronto para que Erik estuviese.
Alexis: ¡Hola cariño! –Se acercó a mi y me beso.
Irene: Alexis, tengo que hablar contigo…
Alexis: ¿Qué pasa?
Mi cara, era un poema, creo que mis ojos se cerraron y mis lagrimas no dejaban abrirlos.
Alexis: Cariño, no me asustes.
Irene: Alexis, tengo…
Alexis: ¿Qué tienes?
Irene: Cáncer.
Me miró incrédulo, se sento en el sofá y cerró los ojos.
Irene: Yo…
Alexis: ¡NO!
Irene: Lo siento, me lo han dicho hoy.
Alexis: ¿Por qué no m has dicho nada de haber ido?
Irene: Alexis, es un cáncer y está extendido, yo no sabía nada.
Alexis: ¿Cuándo empiezas el tratamiento?
Irene: Pues, no lo empiezo.
Alexis: ¿Cómo que no?
Irene: Que no Alexis, que no pienso pasar mis últimos días encerrada en un hospital.
Alexis: Irene que si no tienes tratamiento te puedes morir.
Irene: ¡QUE NO! He dicho cojones, llevo ya muchos años con la mierda esta y ahora no se a ir.
Alexis: ¿Qué te ha dicho el medico?
Irene: Lo que te he dicho a ti.
Alexis: Irene, por favor, vamos al hospital y que te ingresen.
Irene: Mira, no te lo vuelvo a repetir.
Alexis: Pero Irene, ¿Me vas a dejar solo con Erik, lo sabes no?
Irene: La solución sería retroceder y haber ido hace 3 o 4 años a hacerme pruebas, ya no se puede hacer nada, no me quiero morir, pero eso no va a servir para nada.
Alexis: Irene por favor.
Irene: Lo siento, me he pasado por una agencia de viajes, tengo reservas para Disneyland, nos vamos pasado mañana con Erik, quiero disfrutar de mi hijo todo lo posible, y de ti también.
Vi como sus lágrimas salían.
Le abrace muy fuerte.
Alexis: No puede ser, dime que es una broma por favor.
Irene: Venga cariño, que yo no quiero sufrir, tienes que entenderme.
Alexis: Vamos al medico, que me lo explique a mi.
Irene: Alexis…
Alexis: Si de verdad no hay solución, toma la decisión que quieras, peor si solo hay una posibilidad entre cuatro millones lucharemos hasta el final.
Irene: Que cabezón eres…
De nuevo volvimos a la consulta del Doctor, le estuvo explicando todo acerca de la enfermedad, cuales serían las causas y las soluciones.
Pero sinceramente él nos dijo que hoy en día si se coge a tiempo hay posibilidades de salir, pero después de muchos años, es casi imposible.
Así que me salí con la mía, tomaría mis últimas vacaciones, amargas palabras para una persona que apenas llega a los 30 años de edad.
Quizás por cosas así, uno dice que siempre hay que aprovechar día a día, y decirle  todas las personas que te rodean que las quieres, por si algún día cuando te levantes, ya no están.
O quizás tú no volverás, no se que habrá después de la muerte, pero ahora no me preocupa lo más mínimo, quiero divertirme el fin de semana en Disneyland y cuando llegué el momento, estaré preparada para lo que me venga, y así es como yo me tomo todo esto.
Lo peor sin duda, no ver crecer a mi hijo, y lo que es más doloroso aun, perderlo todo sin haber podido disfrutar de todo lo que amo.